Amor mío:
Dicen que cuando una persona pasa por tu vida y te hiere de alguna manera, lo mejor que puedes hacer para que no te siga dañando es imaginarla que parte de viaje, un viaje sin retorno.
Dicen que es bueno visualizarle, marchándose con su maleta a cuestas llevando consigo todo lo malo que te pudo hacer…
Dicen, que en ese momento le desees lo mejor para su futuro, y toda la felicidad posible, porque deseándole el bien, te lo estás deseando a ti mismo, y solo pensando de esta manera alejas de ti todo odio o rencor que pudiste albergar…
Yo trato de imaginarte partiendo, de espaldas a mí con tu eterna mochila que te daba ese aire juvenil, y, de verdad que te deseo lo mejor, no hay odio, no existe ni un atisbo de rencor en mi pensamiento, ni si quiera la eterna pregunta “¿por qué a mí?”…
Pero deseo con todo mi corazón que cuando ames, te entregues, acaricies, beses o respires a otra mujer, cualquiera que sea, aparezca mi recuerdo en tu pensamiento, que cada vez que estreches entre tus brazos a otra como lo hiciste conmigo, sea mi rostro el que veas, que amando apasionadamente, sea mi nombre el que venga a tus labios…
Y, sé que deseándote esto, me lo estoy deseando a mí misma, que me estoy condenando deliberadamente a sufrir el mismo castigo, y no me importa, porque esa sería una dulce condena, porque hoy, ahora mismo, tengo la certeza de que no podría amar a otro hombre sin ver tu rostro cerca del mío, porque tu nombre se me escapa cuando quiero nombrar a otros, porque de momento y hasta que se dicte otra sentencia, mi pena será ser presa de los recuerdos hermosos que me has regalado.
Supongo que cuando pase un tiempo, sonreiré y ya no sentiré lo mismo, será así, pero ahora es mi sentimiento el que manda, y debo expresarlo para evitar que dentro me haga daño.
Ahora tengo el presentimiento de que volverás, tal vez me equivoque, pero también algo en mi interior me dice que si intentara ser feliz a tu lado, no lo conseguiría.
Mi cabeza y mi corazón son dos motores que funcionan a revoluciones diferentes,
Pienso que me lancé, amé, me dejé amar, y disfruté, me sentí mimada, cuidada, y valió la pena.
Pero la vida continúa, cuando sufres, por el motivo que sea, y te encuentras inmerso en la más profunda tristeza, desearías que el mundo se detuviera, que todo el mundo supiese de tu dolor, que nadie sonriera… pero afortunadamente eso no sucede, sales a la calle y las personas caminan, hablan, se ríen, y tú con tu pena, quieres llorar, pero no debes, has de fingir que no pasa nada, contestar si te preguntan; y por dentro ese dolor entre el corazón y el estómago, el lugar donde dicen que se cobija el alma, un dolor que se puede sentir… casi como un daño físico. Me pregunto ¿cuántas veces te podrán romper el alma?, ¿cuántas veces se entrega con la seguridad de que si te equivocas podrás seguir amando?...
Hoy no es mi mejor día, te añoro, te instalas dentro de mi mente sin avisar, sin pedir permiso viene una frase tuya a mi recuerdo, una sonrisa, esa mirada que me regalaste la última vez que te vi… si hubiese sabido que iba a ser la última… el último beso… tu último abrazo…
De haber sabido todo esto, te habría respirado hasta dejarte sin aroma, me hubiese dejado abrazar por ti hasta no sentir otra cosa que tu respiración tu latido y el perfume de tu piel…
De haber sabido que era tu último beso, (el cual recuerdo una y otra vez), no habría sido un beso normal, de costumbre, de los que no te da tiempo a sentir, habría sido uno de esos besos que te remueven todo por dentro, de los que te pasan por la espalda recorriéndola toda y acaban en la última fibra de tu cuerpo…
De haber sabido que iba a acabar así, me habría dormido en tu boca, en tu abrazo y en tu piel.
Te fuiste, amor mío… te marchaste y te llevaste contigo, sin saberlo, mi corazón, mis ganas de amar, mis ilusiones y sueños…
Te llevaste todo eso y nunca lo sabrás, tal vez esa sea mi venganza, tal vez eso sea lo único que me queda…
Tener la certeza de que nunca sabrás el alcance de mi amor, porque nunca llegarías a entenderlo.
Nunca leerás estas palabras, porque esta carta me acompañará hasta mi último viaje, ahora que sé que este viaje está cercano…
No me pesa haberte amado… ¿Conocerás tú algún día la grandeza del amor?...
me encanta es preciosaaa ehhh
ResponderEliminarsigue escribiendo que tienes un gran futuro como escritora jajajajajaajajaja
te quieroooo :)